Fabel le acarició suavemente una mejilla con la mano
enguantada. Un gesto estúpido; un gesto probablemente inapropiado |...| Ella lo
miró con sus grandes ojos. Ojos celestes que no parpadeaban.
Cuento de muerte (Brother Grimm)
La cita que
titula esta colaboración la tomé del artículo “Por sus novelas (policíacas) los
conoceréis”, publicado el pasado 6 de noviembre en La Jornada y escrito por el polaco Maciek Wisniewski. De sus
palabras, con las que concuerdo totalmente, retomo algunas cuantas ideas y las
ejemplifico.
Lo
que pretendo también es invitar a la incursión en el género negro, no en el
relato morboso y desteñido de quien utiliza a la peor de las actividades
humanas, el crimen, como excusa para escribir, sino a la literatura que se encierra
el orificio de una bala en la pared, o, como en el epígrafe, en la belleza de
unos ojos que, encontrados en una playa desolada de Hamburgo, nunca volverán a
cerrarse.
Después de reciclar algunos
textos que no merecían el ignominioso olvido llamado “Mis documentos” y
publicarlos desde que abrí este blog, creo que es hora de empezar a crear
textos nuevos, exclusivos para este espacio. Ello no significa que dejaré de
recetarles los trabajos elaborados durante la licenciatura y que necesito,
tanto por satisfacción personal como por una utilidad patente de los temas que
abordo, subir a la red.
Lo haré, pero no como un
erudito en las materias, creo que el simple hecho de estar en buscando y leyendo
información en un blog (sin demeritar el espacio) es porque como lectores nos
sabemos conscientes de que no encontraremos la veracidad que sí nos ofrece una
fuente académica u oficial. En el otro extremo, tampoco
escribiré opiniones de las que no esté medianamente cierto, y digo medianamente
porque uno, por más que domine un tema, jamás lo comprenderá en su
totalidad.
Una vez confesado, quisiera
dedicar las siguientes semanas al género de la literatura policíaca tanto por
algunas lecturas recientes como por un gusto personal que tengo desde hace
algunos años por dichas piezas literarias. En los próximos días empezaré con un
texto que escribí tomando como punto de partida dos artículos publicados por
Maciek Wisniewski en La Jornada durante
el 2012. Y posteriormente haré una breve reseña, insisto, desde la perspectiva
de un lector aficionado al género, de la serie de novelas policíacas de Héctor
Belascoarán Shayne, escrita por Paco Ignacio Taibo II.
Para despedirme les comparto dos de mis traumas llamados Muerte en Hamburgo y Cuento
de muerte o Blood Eagle y Brother Grimm, en sus respectivos
títulos originales. Y es que ambas forman parte de una saga que no he podido
terminar de leer los últimos dos libros porque la editorial es española y nadie
sabe ni con qué se comen los libros de Craig Russell en México.
Y si de los libros no he
encontrado rastro, mucho menos de las películas producidas en Alemania y
basadas en dichas novelas:
“La importancia [de
las artes marciales] radica en que se adquiere una disciplina y un
enriquecimiento como ser humano con principios y cualidades positivas. Una
persona que practica un arte marcial es alguien en constante superación
personal y la mayoría de los que practican y que son mis alumnos tengo la dicha
de que son buenos estudiantes y buenos profesionistas, hay sus excepciones
obviamente”, agrega entre risas (en clara alusión a este autor).
Además del agradecimiento tácito al profesor Ignacio Romero, esta entrevista, y un sinnúmero de aspectos más, no hubieran sido posibles sin el aprendizaje que obtuve de personas como mi amigo y compañero Yair López (entrevistado líneas abajo durante un día de pinta escolar suyo), el profesor Raúl, el profesor Gamaliel, la profesora Elsa y por último pero no por eso menos importantes, los profesores Marcos García y Sonia Suárez, a todos ellos gracias.
Amor y entrega
Son las dos
palabras con las que se define a si mismo tanto profesional como personalmente hablando,
pues se declara como alguien que ama su trabajo y que no vive de, sino que vive
para las artes marciales; explica que su estilo de vida no es para enriquecerse
económicamente, sino para mejorar internamente, lo económico es irremediablemente
un factor pero lo considera como algo complementario. “Es lo que pretendo y lo
que me ha dado muchas satisfacciones”, señala.
"Cuando una persona practica un Arte Marcial o cualquier
deporte, provoca con el ejercicio una mayor irrigación de sangre, a mayor
irrigación de sangre, mayor salud, a mayor salud, mayor vida, y a mayor vida la
oportunidad de satisfacer todos nuestros deseos, puesto que a eso venimos a
este mundo."
Sensei Daniel F. Hernández
Pasión y
responsabilidad a la hora de enseñar son las dos características primordiales
por las que los alumnos del profesor Ignacio Romero Islas le conocen, respetan
y quieren. Él, junto a los profesores que ha formado a lo largo de su carrera,
instruye a las nuevas generaciones en el gusto por el deporte, la disciplina y
aún más importante, la forma de llevar un estilo de vida ejemplar.