sábado, 23 de febrero de 2013

Todo Belascoarán (2da parte)


¿Historias verosímiles?


¿Hay otros mexicanos que viven tu delirio, o has estado encerrado en sueño ajeno?
PIT II

Sí, desafortunadamente lo son, y el autor no se cansa en repetirlo en las notas previas a No habrá final feliz, Regreso a la misma ciudad y bajo la lluvia y Desvanecidos difuntos: “Evidentemente, la historia y los nombres que se manejan en esta novela pertenecen al reino de la ficción. El país, sin embargo, aunque cuesta trabajo creerlo, es absolutamente real.” (p. 383). Y es que algo que ya quiera verse como un pro o como un contra es que a la hora de leer Todo Belascoarán se hace muy difícil distanciar al protagonista del autor,  por ejemplo, Héctor Belascoarán comparte con Taibo una ideología política e ideológica de izquierda, de militancia, la cual quizás es mayormente expuesta en Carlos, hermano del detective, si uno está familiarizado con las opiniones y la trayectoria de Paco Ignacio Taibo II (trayectoria que desearíamos tuvieran más de nuestras figuras políticas y públicas), entonces entenderemos el inherente contacto que impregna tanto a los personajes como a las historias desarrolladas. 


domingo, 17 de febrero de 2013

Todo Belascoarán

Mientras no cambiemos el país, pues contémoslo.
PIT II

Hace casi un año que, teniendo como perfecto marco una tarde de domingo en la FILPM, compré Todo Belascoarán (Planeta, 2010). Aquel día estaba programada la presentación editorial de El Álamo. Una historia no apta para Hollywood (Planeta, 2010) y decidí que sería una buena oportunidad para obtener el autógrafo de Taibo en el recién adquirido mamotreto que, dicho sea de paso, impresiona a más de uno cuando vas en el transporte público y sacas tamaño libro de 822 páginas frente a las 15 personas que comparten contigo el viaje de hora y media por la zona metropolitana y lo sobrellevan charlando, durmiendo junto o encima de ti, escuchando música, o en el mejor de los casos (parafraseando a Regreso a la misma ciudad), abriendo las páginas de un libro y metiéndose de lleno en las historias de otros ya que a veces las de uno no sirven para gran cosa.
Atreviéndome un poco a utilizar el término “reseña”, utilizaré las siguientes líneas para dar cuenta de algunos aspectos que llamaron mi atención en diversos sentidos a la hora de pasar los anteriores meses a leer la saga completa.


domingo, 10 de febrero de 2013

Próspero, también conocido como Ignacio Manuel Altamirano


En indio ser mi vanidad se funda,
porque el indio socorre en su miseria
a los vasallos de Isabel segunda.
Ignacio Ramírez

Un día trece nació y murió Ignacio Manuel Altamirano, noviembre de 1834 en Tixtla, Estado de México (hoy Guerrero), y febrero de 1893 en San Remo, Italia. Me ocupo ahora de él (volviendo gustoso a posponer el artículo sobre novela negra) pues su vida nos demuestra que no existen impedimentos para el talento una vez que este se encuentra. Ministro de la Suprema Corte, Diputado en numerosas ocasiones, Coronel, diplomático, novelista, poeta, maestro. Todo lo presenció durante una vida que, de no haber sido por una serie de acontecimientos muy afortunados para él, pudo haber pasado desapercibido para la historia de nuestro país.


Ignacio M. Altamirano, fotografía tomada del INEHRM

domingo, 3 de febrero de 2013

El güero Prieto


Indudablemente nos faltan los tamaños exigibles para escribir, como él lo merece,
acerca del ilustre Romancero |...| Su nombre ha llenado el país.
Su cariño desborda en todos los corazones.
Enrique de Olavarría y Ferrari

Tienen los lectores la idea de mi vida; pero les ruego no olviden tres frases: mi adoración por la señora mi madre y mis horas de lágrimas y miseria a su lado; mis paseos en barrios y calzadas, delirando, hablando solo, lanzándome a un mundo imaginario lleno de tierna poesía
|...| Por último mi amor inmenso a los pobres, porque mis bienhechoras eran costureras, porque mi nana me buscaba con afán solícito para llevarme dulces y bizcochos |...| era yo objeto de tiernas atenciones y les pagaba en alegría, en versos, y expansiones todo lo que recibía de ellas
en ternura y cariño.
Guillermo Prieto


Interrumpo el espacio dedicado a la novela policíaca para rendir un breve y humilde tributo a la figura de Guillermo Prieto Pradillo (10 de febrero de 1818-2 de marzo de 1897) pero, aquí la principal interrogante, ¿cómo abordar, tal vez para un primer lector, la figura del poeta más querido de México, la del periodista, el diputado del Constituyente de 1857, del Ministro de Hacienda en la administración juarista y, en resumen, del hombre cuyas obras completas abarcan 30 tomos? Aprovecharé las siguientes líneas para esbozar e invitar a la lectura de uno de los mexicanos más prolíficos del siglo XIX, cuyo natalicio celebraremos en algunos días y, pese a todo, es aún desconocido para muchas personas.