sábado, 5 de enero de 2013

Ignacio Romero Islas. Vocación por las artes marciales


"Cuando una persona practica un Arte Marcial o cualquier deporte, provoca con el ejercicio una mayor irrigación de sangre, a mayor irrigación de sangre, mayor salud, a mayor salud, mayor vida, y a mayor vida la oportunidad de satisfacer todos nuestros deseos, puesto que a eso venimos a este mundo."
Sensei Daniel F. Hernández


Pasión y responsabilidad a la hora de enseñar son las dos características primordiales por las que los alumnos del profesor Ignacio Romero Islas le conocen, respetan y quieren. Él, junto a los profesores que ha formado a lo largo de su carrera, instruye a las nuevas generaciones en el gusto por el deporte, la disciplina y aún más importante, la forma de llevar un estilo de vida ejemplar.



No hace falta conocer ni mucho menos ser especialista en las artes marciales para dar cuenta del rango que tiene el profesor Ignacio dentro de las distintas disciplinas que practica, basta recorrer con la mirada el dojo para notar las decenas de trofeos que en sus vitrinas reúne, así como los múltiples reconocimientos nacionales e internacionales de competencias, seminarios, diplomas y certificados de grados que le han sido otorgados tanto a él como a su alumnado.
Saltan a la vista las fotografías en las que aparece en compañía de los estudiantes que ha instruido durante 32 años de cátedra, sus compañeros, sus profesores y allegados dentro de este deporte. Así mismo se distinguen las imágenes de competencias y exhibiciones realizadas; además de diversos reportajes que revistas especializadas le han dedicado en el pasado: así podemos encontrar un reportaje del ya extinto Nacional titulado “Ignacio Romero y el Lama Sam”).
Complementan el panorama la zona de practicas envuelta por las pinturas de dos competidores en combate y un tigre rugiendo, los espejos y muros acondicionados para la practica, el punching bag, los equipos protectores y distintas armas entre katanas, sables, chacos, entre otras. Las paredes lucen también los estandartes de México y Japón, respectivamente, así como los escudos de la escuela, y de la Asociación Nacional de Artes Marciales y Similares (ANAMYS).
Al postrar la mirada sobre el profesor, quien viste su karategui negro con terminados azules se denota una sensación de sabiduría y confianza, a tal grado que no parecería necesario observar el cinturón negro quinto grado que ostenta para recibir una imagen del conocimiento que guarda dentro de sí. Añade a todo lo anterior un trato que siempre se muestra amable y humilde para con todos los que en su gimnasio practican, observan, conviven o solamente pasan a saludar.

Su vocación

“Tuve una infancia muy grata, provengo de una familia muy integrada y soy el hijo mayor de una familia de 8 hermanos”, comenta, y no fue sino hasta la adolescencia cuando se enroló en el ejercicio de las artes marciales al observar la practica de unos amigos, con lo cual se formó una afición por un deporte, el agrado por la defensa personal y posteriormente el involucrarse de lleno con la disciplina.
Actualmente tiene 44 años de edad y la más de la mitad de ellos en el ejercicio y la enseñanza, pues asegura que es su vocación y su forma de vida, aunque menciona que en algún momento se enfilaba para ser odontólogo. Y así, dejando su carrera universitaria trunca resolvió finalmente dedicarse a las artes marciales, decisión de la que no se ha arrepentido nunca pues lo que más disfruta es dar clases, practicar, prepararse y aprender día con día.
Ignacio Romero Islas pertenece a la mesa directiva de la ANAMYS, para lo cual, señala, es necesario el dominar tres artes marciales distintas, “yo soy quinto grado dentro de la técnica de Lima Lama o karate Lama Sam, dentro del sistema de Judo tengo el grado de cinta negra Shodan, dentro del sistema de Aikijutsu que es el sistema más antiguo del Japón tengo el grado de Shodan que es el cinturón negro, dentro de Aikijutsu, tengo el grado de cinta negra en defensa personal también, poseo un grado avanzado dentro del sistema de Kendo, cinturón negro en el sistema de Karate Do dentro de la corriente del Shodokan, independientemente a esto he tomado algunos seminarios y maestrías dentro de las artes marciales en el manejo de Bo, de Katana, de Sable, donde he tenido la oportunidad de practicar diferentes disciplinas marciales  como lo es el Kung Fu, el Wu Shu y también el Tae Kwon Do.”
        A todo esto se suma la tarea que ha desarrollado como difusor de las artes marciales dentro de ANAMYS (así como de las filiales en la Zona Metropolitana del Valle de México y provincia), asociación presidida en su momento por Daniel Hernández (1926-2011), considerado como el padre de las artes marciales en México e integrante del salón de la fama en la Comisión Deportiva Mexicana (CODEME).


Para más información acerca de Daniel Hernández, sigan este link.


(Continúa) 

4 comentarios:

  1. excelente como persona y como instructor. Podrian decirme como localizarlo via e-mail.

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    1. No tengo su correo electrónico (y no sé si el profesor tenga), pero aquí su celular: 55 3328 9604

      Saludos, y de acuerdo con tu comentario.

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  2. Excelente maestro de vida y arte
    Sensei constancia respeto disciplina pasión de varias generaciones. Ojalá mucha mas gente conociera estas disciplinas que el imparte. Cambia la vida.

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  3. El mejor sensei, no solo me ha enseñado a luchar con las manos, tambien con el corazón

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